El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones de forma recurrente que provocan un malestar significativo así como un deterioro importante de la actividad general de la persona. Se calcula que en España afecta un 3% de la población pero que solo el 0,8% acude a consulta, puesto que a menudo este trastorno es considerado por los propios que lo sufren un hecho del cual avergonzarse.
Podríamos considerar que todos, en cierto modo, tenemos algunas manías, el problema surge cuando estas invaden nuestras vidas de tal forma que nos producen sufrimiento y cuando nos llegan a incapacitar para llevar una vida ‘normal’.
Hay diferentes tipos de TOC (necesidad de verificar las cosas, necesidad de repetir ciertos rituales para que no pasen cosas malas, obsesión por la limpieza, obsesión por acumular, etc.) pero aquí haremos referencia aquellos para quien su preocupación es la limpieza tanto del mismo cuerpo como de objetos o de la casa, puesto que la pandemia del coronavirus supone un nuevo desafío por estas personas, que ya vivían en un estado de angustia antes del brote.
Son aquellos quien su núcleo obsesivo tiene que ver con el contagio, los gérmenes y la higiene. La información constante actual donde los expertos y los medios de comunicación que recomiendan como herramienta para combatir el contagio la higiene de manos ante cualquier otra solución, potencia el pensamiento intrusivo, la sensación de suciedad y la percepción de peligro de contagio. Ahora las situaciones que desencadenan el ritual de limpieza se multiplican, y esto hace que la calidad de vida de estas personas se vea muy deteriorada.
La solución es parte del problema: para reducir la ansiedad la persona pone en marcha una serie de conductas repetitivas (los rituales). El beneficio que se obtiene con los rituales es un descenso momentáneo de la ansiedad, pero justo cuando se ha utilizado el ritual vuelve la sensación de estar expuesto de nuevo en el peligro y esto provocará tener que volver a empezar. Así pues, ¿cuando surge el problema realmente, cuando hay suciedad o cuando todo está limpio? El miedo surge cuando todo está perfectamente limpio y desinfectado, puesto que es entonces cuando la persona se obsesionará por mantener el estado de profilaxis que ha conseguido. El problema, en realidad, es que la persona tiene más miedo a la limpieza total que a la suciedad.
Racionalmente la persona sabe perfectamente que el que hace es absurdo, pero si no lo hace, no se queda tranquila. Podríamos decir que no es un problema racional, sino emocional.
Cómo podemos saber si es obsesivo nuestro comportamiento?
Es normal lavarse las manos en el contexto de la COVID-19:
* Después de sonarse la nariz, toser o estornudar
* Después de visitar un lugar público, como transportes, mercados o lugares de culto
* Después de tocar superficies fuera de casa, por ejemplo, dinero
* Antes, durante y después de cuidar a un enfermo
* Antes y después de comer
Fuera de estas situaciones, podría ser una obsesión.
Y que se puede hacer para que la obsesión por la limpieza no nos invada?
* Informarse, con moderación y solo en fuentes oficiales y fidedignas.
* Aceptar la incertidumbre de la situación y que muchas cosas escapan de nuestro control. Cuanto más intentamos controlar aquello que es incontrolable, más se descontrola.
* Identificar si lavarse las manos o la casa en aquel momento es normal o si tiene un componente obsesivo.
* Retrasar la compulsión: cada vez que la obsesión pide, por ejemplo, ir a lavarse las manos, hay que aplazarlo para 10 minutos más tarde. E iremos alargando el tiempo del aplazamiento de manera progresiva (10, 15, 20, 30 minutos y 1 hora). Con este ejercicio lo que se pretende es hacer obvio que toda obsesión aplazada es una obsesión que dejará de crearnos ansiedad y de la que nos podremos deshacer gradualmente. Un pequeño cambio que generará toda una cadena de cambios.
* Si lo hacemos 1 vez, lo hacemos 5. Es decir, si por ejemplo, lavamos el suelo de toda la casa con lejía, cuando está limpio porque lo hemos hecho hace poco, lo haremos 5 veces (toda la casa). Con las manos igual, si nos lavamos las manos sin que sea necesario, lo haremos 5 veces seguidas. Podemos no hacerlo, pero si lo hacemos 1 vez, lo hacemos 5.